La búsqueda de uno mismo
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Existen una serie de marcas, trazos, signos que me acompañan en la creación. Muchas veces surgen de forma inconsciente y son a través de ellas en las que miro como a un espejo, mis emociones, mi propio yo. El gesto como fuerza en movimiento con el contraste del rigor y la soltura. Dirigido o tirado, rápido o lento, pesado o liviano, calmo o violento. Es la búsqueda de claves que dan pie a estructuras más complejas, son pequeñas consignas que surgen de forma espontánea y generan líneas de fuerza, tensiones y fragilidades. Las idas y venidas del pensamiento van dejando «marcas» imborrables, distintas en cada uno de nosotros. Caminamos con esas marcas como «signos» de nuestra historia personal.Nudos, giros, cruces, marañas de ideas luchan por salir y dejan su huella.Tratar de descifrar estos signos / marcas es un juego removedor. El espacio del papel como espacio del pensamiento.Un proceso placentero y doloroso, como decía Hassan Massoud y Calígrafo (1944, Nedjef, Irak)¨Todo arte es, en esencia un combate. Una guerra primero contra sí mismo, no para quebrar la propia naturaleza sino por el contrario para purgarla de todo lo accesorio, lo insincero, lo superfluo¨.